Volver sin fórmulas
¿Y si el verdadero motivo por el que no regresamos a lo que amamos… es que estamos esperando el momento perfecto?
Ese día donde todo encaje.
Donde tengamos tiempo libre,
motivación,
una agenda clara,
y la certeza de que esta vez sí podremos hacerlo bien.
Yo lo esperé por años.
El momento perfecto.
La estrategia correcta.
El calendario de publicaciones ideal.
Intenté organizarlo todo:
que cada post tuviera sentido en el orden,
que todo fluyera con propósito.
Pero cada vez que lo intentaba… algo me frenaba.
El trabajo.
La vida.
O simplemente el cansancio.
Hasta que lo entendí:
no necesitaba más planificación.
Necesitaba volver.
Amo escribir.
No me gusta solo un poco,
no es un pasatiempo casual:
me apasiona.
Escribir es lo que me sostiene cuando todo se desordena.
Es lo que me devuelve a mí cuando me pierdo.
Es mi refugio, mi catarsis, mi forma de sanar sin hablar.
Escribir me ha salvado tantas veces…
que ya perdí la cuenta.
Pero aunque amo escribir,
no amo tanto crear contenido.
Claro que me gusta compartir lo que escribo.
Porque entendí que cuando alguien lee algo que yo sentí,
y lo reconoce en sí,
pasa algo mágico:
ya no estamos tan solos.
Así empezó Bruma y Letras.
Y por eso, aunque ha sido difícil,
aún lo sostengo.
Con pausas.
Con silencios.
Con dudas.
Pero lo sostengo.
Porque sigo creyendo que compartir lo que sentimos puede ser un puente.
Una salvación.
Un respiro.
Una forma de decirle a otra persona:
yo también me he sentido así. Y te abrazo.
Pero compartir no siempre es sencillo.
Hacer imágenes.
Editar videos.
Buscar la luz correcta, el diseño que combine, el caption perfecto…
Todo eso requiere tiempo.
Y el mío, sinceramente, es muy limitado.
Tengo un trabajo que exige mucho de mí.
Soy mamá de una niña que pronto cumplirá 12 años.
Una niña que no solo demanda mi atención:
también la merece.
Y yo amo estar con ella.
Ver pelis juntas, platicar, abrazarnos, ver reels.
Es de mis cosas favoritas en la vida.
No quiero perderme eso por estar ajustando la tipografía de una imagen.
Y claro, también intento cuidarme:
comer mejor, mover el cuerpo, dormir más, respirar.
Eso que a veces llamamos vida saludable.
Aunque si te soy honesta…
casi nunca lo logro como quisiera.
Pero lo intento. Cada vez que puedo.
A mi manera.
Durante mucho tiempo, creí que tenía que hacerlo todo como “se debe”.
Seguir estrategias.
Tener constancia.
Publicar en orden.
Pensar en el algoritmo.
Pero no.
Eso no me queda.
No va con Bruma y Letras.
No va conmigo.
Yo escribo desde lo que siento.
Y a veces lo que siento no entra en plantillas.
No sigue un plan.
No se programa.
Por eso estoy aquí.
Porque Substack me permite volver sin exigencias.
Volver sin fórmulas.
Volver, simplemente, a escribir.
Y quizá tú también estás esperando el momento perfecto para volver a algo.
Algo que dejaste.
Algo que te hacía bien.
Algo que sigue esperándote del otro lado de tu caos.
Si es así, ojalá que esta columna sea tu señal.
No tienes que hacerlo bien.
Solo tienes que volver.
🌬️
Desde la bruma,
Susan H.
🌀 Preguntas para ti
– ¿Qué cosa sigues postergando por querer hacerla “como se debe”?
– ¿Qué pasaría si volvieras a eso que amas, sin exigencias?
– ¿Qué te está pidiendo tu alma… que ya no puede esperar?
✍️ Dinámica introspectiva
Escribe una carta a eso que solías amar y dejaste en pausa.
Puede ser una actividad, un sueño, una versión de ti.
Dile por qué te alejaste.
Y si estás lista, dile que vuelves.
Aunque sea de a poco. Aunque sea distinto.
🎧 Canción para acompañar este regreso
"A New Way" – Adrián Berenguer
(Suave, como un inicio. Como volver con el alma en paz.)
📩 Si algo de esto te tocó, me encantaría leerte.
Puedes dejar tu comentario o compartir esta columna con alguien que necesite esta señal.
Gracias por estar del otro lado.